viernes, 1 de mayo de 2009

DEJAR IR

En este tiempo en que el ahora el denominado virús de influenza humana esta poniendo de cabeza a la mayoría, casualmente sus siglas son VIH (ahhhhh), cuando escuché el cambio de denominación no lo había pensado, sino hasta después escuchando un programa de radio. Lo cual me hace pensar en muchas cosas acerca de esto, tengo dudas de la veracidad de la información y de la perversidad con que se maneja, en caso de que no sea cierto, me parece realmente vil lo que se hace, para mantener el control de la gente, mientras aún puedo expresarme por este medio me siento un poco aliviado, espero que no cambie a un estado de represión.
Gente enmascarada por todas partes, miradas de desconfianza cuando alguien estornuda, imaginando lo peor, cuando se pasa de 130 muertes aproximadamente a 12 muertos, como que hay una desproporción algo grande, pero que al parecer es cierto cuando los organismos internacionales con el prestigio y la credibilidad que les ha costado se manifiestan al respecto.
Sin embargo no es lo que quiero escribir, sólo es una reflexión al respecto, la gente tiene miedo, irónico para el titulo de mi blog, pero miedo a que, a contagiarse', a morir?, al de al lado?, a la gripe?, a lo desconocido?, bueno mientras se averigua pues pasemos a lo nuestro.
La muerte a mi me causa un tremendo efecto, de hecho me vuelve loco, no tengo miedo de morir yo, pero si tengo miedo a que alguíen a quien amo, muera, el dolor que he experimenté la primera vez que ocurrió fue tremendo, a nadie se le desea algo.
Alguna vez leí que es malo que la gente muera, y la razón es porque siempre hay alguíen que entristece, y es cierto, no hay persona que no tenga a alguíen que le llore, y si la hay pues debe ser una vida que no valía la pena.
La muerte es algo que no nos enseñan a superar, y por eso aquí va mi segundo comentario acerca del budismo, bueno en realidad voy a transcribir una de las parabolas mas interesantes que he leido y que viene relacionada con el tema. La parábola es la denominada parábola de la semilla de mostaza que enseña la lección de afrontar y aceptar el sufrimiento.
"Una vez, una mujer turbada llevó al Buda el cuerpo de su hijo muerto y le rogó que le devolviera la vida. El Buda pidió a la mujer que le trajera una pequeña semilla de mostaza. Pero con una condición; la semilla debría proceder de una casa donde la muerte no se hubiera producido nunca. La mujer se puso a buscar, pero no pudo encontrar tal casa. En cambio, conoció a muchas personas que habían sufrido pérdidas como la de su hijo. En su búsqueda, su propia pena disminuía mientras crecía la compasión por las penas de otros. El Buda quería que ella se diera cuenta de que la muerte era normal y universal. Solamente afrontando la situación humana 'tal como es realmente' podía ella iniciar su propio viaje por el camino ótuple".
La muerte de alguíen más, no es fácil de asimilar, y nunca estaremos preparados, las lagrimas , los abrazos y el apoyo de alguíen más a tu lado te ayudan a soportar el dolor que se siente, pero es algo que siempre va a estar ahí presente, a todos nos va a pasar, y debemos de mantener todos los buenos recuerdos de quien se ha ido, y mantenernos en el camino hasta el final, parte del ciclo de la vida.
Ojala y si la epidemía de VIH resulta cierta se curen quienes la contraigan.

1 comentario:

  1. La filosofía zen dice: Cuando llueve, llueve, cuando ríes, ríes, cuando duele, duele. No hay más explicación, así es.

    ResponderEliminar